Una de aristócratas y premios promocionales

Es curioso descubrir a estas alturas de la blogocosa que la mayoría de nosotros nos dejamos traicionar sin saberlo por nuestro “aristócrata” blogosubconsciente, o por lo menos así lo indica un curioso estudio realizado por un alumno de la Universitat Oberta de Catalunya y que acertadamente ha sido ya analizado en Cableados. No voy a entrar por tanto a opinar sobre el estudio pero sí lo haré sobre una cuestión que me vino a mi blogocabeza mientras leía el artículo del "maldito" Javier F. Barrera, y que va sobre verdaderos aristócratas, no de la blogocosa, sino de la vida real.

¿Quién es el rey en la informática? ¿Quién domina nuestro escritorio? ¿Quién sabe más de nosotros que nosotros mismos? Si preguntas a alguien por éstas y otras preguntas como su sistema operativo seguramente su respuesta será “Windows”. Si se repite esa misma pregunta con las aplicaciones que utiliza, la palabra mágica, directa o indirectamente, volverá a aparecer en la mayoría de los casos. Entender hoy en día las nuevas tecnologías sin su vinculación a Microsoft es cuanto menos difícil de sobrellevar, y todo gracias a la obra de su artífice Bill Gates, único rey del imperio, que ahora, y para mayor honor y prestigio de los Premios Príncipe de Asturias, (superar lo del año pasado parecía que iba a ser imposible), es condecorado como un aristócrata por su "filantropía". Supongo que los eruditos miembros del jurado habrán sopesado desde la razón y la lógica lo que supone premiar a un señor que ha consolidado su monopolio y con ello sus inmensurable fortuna (50.000 millones de dólares según 'Forbes'), gracias al generoso y altruista apoyo prestado a la divinidad republicana Gr.W. Bush, rey del "Eje del bien", en el que no caben invitados molestos como Irán o Linux. Doy por hecho además, que habrán tenido en cuenta el tremendo esfuerzo económico que les supone al matrimonio Gates contribuir desinteresadamente con la sociedad sin caer en la tentación de obtener réditos de la misma.

Y es que resulta difícil aceptar ahora a Bill Gates como el rey de la filantropía después de todo lo que ha llovido y que muy buena cuenta llevan sus competidores y la Comisión Europea. Y eso que había títulos candidatos para encumbrarlo como monarca..., pero éste, cuanto menos resulta pedante, porque creer que el matrimonio Gates son un ejemplo a imitar por los multimillonarios del planeta por su generosidad social, es como creer que los bancos nos dan regalos sin querer nada a cambio. En el libre mercado, que es la única ley que conoce Microsoft, existe la mercadotecnia y unas de sus variantes es conocida como Marketing Social, el mismo que practican las Cajas de Ahorro y todas aquellas empresas que no saben qué hacer con todo lo que ganan de más. La pregunta que me surge en este mundo de aristócratas bonachones es: ¿qué ha funcionado mejor a la hora de otorgar o recibir este premio?, ¿la estrategia de marketing de Microsoft o la picaresca promocional de los estrategas del jurado?

Comentarios

  1. Hombre, pensar que hoy en día exista algo que no esté influenciado por el dinero es ser un infeliz, absolutamente nadie da algo a cambio de nada.
    Sin querer defender a Gates en el panorama informático meter en el mismo saco a Irán o Linux me parece descabezado. Aunque Linux naciera en Finlandia no hay que olvidar que las bases son del Unix que se desarrolló en la AT&T (que en su día fue la mayor megacorporación del mundo) y que aparte de linux también están las distribuciones BSD que son tan americanas como Windows.
    Quizás Bill Gates no sea el rey de la filatropía pero una cosa es segura, ya ha hecho más cosas de las que tú y yo juntos podamos hacer para mejorar la vida de la humanidad, que saca tajada de ello en muchos sentidos, cierto, pero al fin y a cabo ¿no merece eso más la pena que no recibir nada?.

    ResponderEliminar
  2. Lo de meter a Irán y Linux en el mismo saco no es de mi cosecha, sino de la catalogación que hacen los republicanos de todo cuanto le rodea. O estás con Bush o estás en el "Eje del mal" y ¡vaya que si lo está Linux! a pesar de sus orígenes.

    En cuanto a si Gates merece o no la pena recibir algo por su contribución social, pues no sé que decirte, estoy seguro que hay otros en la lista que se lo merezcan más que él pero que tienen menos relevancia. Ya el año pasado se planteó la misma polémica con Fernando Alonso, y está claro que este premio busca proyección y para ello hay que contar con las estrellas mediáticas.

    Por cierto, tú y yo no haremos tanto como Gates por la humanidad, pero seguro que lo poco que podamos hacer será sacrificado y altruista. Un saludo amigo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario