¿Se puede reparar un ordenata?

No es la primera y me imagino que tampoco será la última vez que un componente defectuoso de mi máquina me obliga a un plan de reconversión urgente. En las dos ocasiones por la misma causa, la placa madre, en una por el borrado integral de la CEMOS a causa de un virus, entonces pequé de incáuto, y ahora por un puñado de condensadores, resistencias y circuitos reventados por causas que desconozco.

En ambas ocasiones he intentado solucionarlo por mi cuenta buscando una placa de segunda mano, dado que pedir que el mercado informático te facilite una nueva de su inmenso stock taiwanés, es cómo pedirle peras al olmo, algo que empiezo a entender ($$$) y que cada vez me fastidia más. No comprendo por un lado, cómo un ordenador de dos años y medio puede petar tan fácilmente y menos aún, cómo es posible que en tan poco tiempo la tecnología más puntera pase a ser arqueología informática no suceptible de comercializarse y menos aún de ser almacenada para proveer las futuras averías de máquinas como la mía. Es más, de qué sirve una garantía de dos años si no existen recambios.

Lo peor de todo es que el socorrido mercado de la segunda mano no suele ser garantía de una buena solución, siempre y cuando encuentres lo que buscas y te lo quieran vender por separado, porque esa es otra, o te llevas el paquete completo o nada de nada. Así que al final, la única salida viable para seguir con un ordenador pasa por comprar una placa nueva totalmente incompatible con la mayoría de los componentes de tu ordenata (me apuesto que todo es cuestión de unas simples ranuras) no dejándote más salida que comprar, como mínimo, un nuevo micro y nueva memoria. En resumen, bicho nuevo y andando.

Lo mejor de todo es que podría haber sido peor si en vez de estroprearse mi sobremesa lo hubiera hecho este portatil...

Comentarios