Una semana más para estudiar

El año que viene mi hija tendrá una semana menos de vacaciones como les ocurre a otros escolares europeos como los finlandeses. La idea pasa por ir adaptando nuestro "fracasado" plan educativo a otros con más éxito como lo avala el Informe PISA. En él, los estudiantes nórdicos, a diferencia de los andaluces, obtuvieron las mejores calificaciones en Matemáticas, Lengua y Ciencias.

No sé si siete días más o siete días menos servirán para pillar a los empollones de Europa. Tal vez no, porque la cuestión no es de cantidad sino de calidad, y en esto, con respecto a Finlandia, seguiremos por mucho tiempo en el vagón de cola. No voy a enumerar las enormes diferencias de nuestro sistema educativo con respecto a éste u otros de nuestro entorno, pero sí las deficiencias del nuestro que básicamente se pueden resumir en tres: dinero, disciplina y organización.

Ahora que se lleva la "Conciliación Familiar" cuesta encajar medidas como ésta que juega más en favor de la "Conciliación Laboral" de los escolares. Los niños son niños y debe portarse como niños, no como adultos. Por eso me hubiera gustado mucho más una medida más social que cambiara el titular de este artículo por otro como: Los padres tendrán una semana más de vacaciones para disfrutar de sus hijos. Aunque claro, puestos a remediar la triste retahíla de infames planes educativos que arrastramos desde que se liquidó la EGB, podríamos sugerirle a la consejera titulares como:

- Profesor, la profesión con más prestigio y sueldo del país

- Los alumnos tendrán libros y material escolar gratis

- La educación de cada andaluz cuesta 200.000 euros a la Junta

- El 97% de los colegios andaluces son públicos

- Los padres podrán reducir su jornada laboral para ayudar en los deberes de los hijos

Tal vez así, los hábitos académicos de nuestros hijos empiecen a parecerse más al de los finlandeses y no a los laborales de sus padres.

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